martes, 21 de enero de 2014

La GRAN noticia...

La fase Espiritual: la que marcaría los próximos años de mi vida y que sin duda tendría un efecto en mi identidad como persona. Cuando tienes en tus manos los resultados de una prueba de embarazo positiva en ese momento entras en shock, toda tu vida pasa frente a tí y te llenas de expectativa. Sin embargo, el visitar por primera vez al ginecólogo que te confirmará el embarazo es un momento de mucho temor, por lo menos lo fue para mí. Especialmente por las experiencias previas vividas (varias pruebas negativas y una IUI fallida). Durante esa primera cita logré entender que a partir de ese momento Dios me estaba compensando, esperé este momento durante mucho tiempo y lo estaba viviendo. Era REAL! Evidentemente era un cambio. Esta era la mayor experiencia espiritual que había vivido donde me dí cuenta que dentro de mi se estaba gestando no una vida sino DOS. Que a partir de este momento todo aquello que creía importante y que me definía (trabajo, carrera, éxitos, fracasos, etc) se convertía en una minúscula parte de mi vida. Este momento transformaría por completo quién fui y me retaba a ser una mejor persona... Me convertiría a partir de ahora en MAMÁ de dos hermosas criaturas. La espera fue larga para poder compartir la noticia con la seguridad de que el embarazo seguía su proceso normal y esperado. Durante este tiempo estuve en reposo absoluto, tuve que cambiar totalmente mis rutinas y dedicarme 100% a estos pequeños que crecían dentro de mí y así lo hice. Entre nauseas y mareos (los que ahora son un simple recuerdo vago) leí, dormí y leí... muchos libros sobre espiritualidad, autoayuda, cambios que se me presentarían y eso me fortaleció y sobretodo me ayudó a entender mi propósito y a calmar mi mente. Han pasado desde entonces 15 semanas (poco más de tres meses)llenas de mucho entusiasmo y sobretodo anticipando la llegada de estos hermosos bebés. (DOS VARONES) Cada mes he logrado ver y sentir a estos pequeñitos, cada experiencia vivida es mejor a la anterior, cada día que pasa es mejor al previo, porque se acerca el día de conocerlos, de tenerlos conmigo y no puedo esperar.